martes, 20 de abril de 2010

Sumergida en mundos ajenos

— ¿Se conocían de antes?
—De toda la vida. Desde antes de que nacieran. Quien es tu verdadero amor está destinado para ti de toda la vida. Aunque lo conozcas tarde —hizo especial énfasis en la palabra «tarde»—, porque... ¿Qué quiere decir tarde? Tarde es lo que uno considera tarde. ¿No crees? —Aurora asintió; no quería hablar para que no se le atragantaran los recuerdos—. Fíjate, ahora es tarde para la mañana, son casi las dos; pero es temprano para la noche. Luego, nunca es tarde. Funciona de acuerdo a tus necesidades.
—¿Sabes por qué, queriéndose tanto, se... —le costaba decirlo— suicidaron?
—No lo sé. Tal vez para que ni la vida volviera a separarlos.



Había perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba pasando páginas de aquel libro que acababa de comenzar. Siempre le había gustado leer pero últimamente se había convertido en una necesidad. Le fascinaba sumergirse en mundos imaginarios con personajes irreales que estaban fuera de su alcance. Soñaba que algún día podría escribir su propia novela en la que plasmaría retazos de su vida. Sabía que era demasiado ingenua y realmente se conformaba con poco. Le bastaba con poder conseguir su sueño y estaba dispuesta a pagar cualquier precio. Desde hacia aproximadamente un año temía que se quedara en una simple ilusión pero aun así había decidido seguir intentándolo ante la mirada de algunas personas que pensaban que había perdido el norte. Y sinceramente a ella no le importaba lo más mínimo, ya que, estaba acostumbrada a que la tomaran como una loca y juzgaran cada uno de sus pasos. Con este último libro se estaba quedando realmente prendida y por este motivo no podía dejar de leer. Se trataba de una historia de amor de las que han desaparecido, es decir, aquello que anhelaba y deseaba en lo más hondo de su corazón. Pensaba que si algún día conseguía amar tanto a una persona de tal forma que fuera correspondido con el mismo amor sería suficiente para siempre. No necesitaba demasiado pero cada persona que aparecía en su currículum amoroso siempre fallaba en algún aspecto. Ahora estaba volviendo a sentir la llama del amor pero prefería permanecer en silencio, guardar los sentimientos en su interior, total.. es más fácil vivir pensando que tienes una oportunidad porque si te rechazan ya no queda nada. Admiraba a esos dos personajes, y soñaba con que algún día alguien admirara a aquellos que ella misma crearía basándose en su historia.

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